Por Viviana Rivero Ortega

Parece que ya dió tanto el cántaro a la fuente, que por fin se decidió hacer algo para cambiar el panorama actual de nuestra preocupante situación ambiental.

El pasado 28 de abril fue publicado en el periódico Granma la aprobación de Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático por el Consejo de Ministros de la República de Cuba.

Refiere el artículo que “Tarea Vida”, como también es conocido este documento, acoge dentro de sí un conjunto de acciones encaminadas a disminuir la vulnerabilidad de riesgos en las zonas más sensibles a los efectos del fenómeno.

También contempla 11 tareas encaminadas al uso eficiente del agua, la reforestación hacia la máxima protección de los suelos y de las aguas, el deterioro de los arrecifes, así como proyectos vinculados a la energía renovable y la seguridad alimentaria.

Aunque con beneplácito ha sido acogido por algunxs tales iniciativas, no dejo de preguntar por qué hubo que esperar tanto para determinar qué hacer ante tales problemáticas, que no surgieron ayer, y que deberían ser temas abordados y resueltos desde su aparición, no cuando amenazan con llegar a un punto crítico o de no retorno.

Siendo consecuente con tales proyecciones, espero que no sea necesario hablar en el futuro de tala injustificadas de árboles, salideros de agua potable, deterioro de manglares y arrecifes, o alimentos transgénicos nocivos.

Mientras tanto, solo resta continuar contribuyendo a la protección de nuestro ambiente, amaparadxs bajo la ley y el deseo de vivir en un espacio más saludable y en armonía con nuestro entorno.