Cuba aún sin Plan de Manejo para el caracol gigante africano


Isbel Díaz Torres

GUARDABOSQUES – Tras anunciarse con días de antelación, el reportaje trasmitido este domingo en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana sobre el caracol gigante africano en Cubano anunció ningún Plan de Manejo de la plaga.

El pasado jueves la periodista Wendy Rodríguez Contino dijo que el material profundizaría en “el impacto del Caracol Gigante Africano en Cuba, así como las mejores vías para controlar su diseminación”.

Sin embargo, en el reporte de este domingo Diana Rosa Schlachter solo informó sobre la presencia en ocho provincias cubanas, sobre todo del occidente y centro del país, sin precisar cuáles; ni se aclaró en qué provincias orientales se encuentra.

En la presentación del reportaje se dijo que “hasta el momento no se reportan por su causa daños considerables en la agricultura cubana”, lo cual nos hace preguntarnos cuáles daños ha causado, aunque no sean “considerables”. Si se quiere informar sobre su impacto, eso debería estar claro.

Por cierto, esa información contrasta con la ofrecida por Juventud Rebelde este 3 de abril, donde se anuncia que la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal comenzará a aplicar un molusquicida enalgunas fincas de Arroyo Naranjo, municipio de la capital cubana, donde los agricultores se encuentran muy preocupados.

Tras el reporte televisivo del domingo se supo que el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), el Museo Felipe Poey de la Universidad de La Habana, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), y el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT), analizan el impacto de esa especie, aunque no se hizo público el rol de cada una de estas instituciones.

En la escasa información presentada llama la atención una visible intencionalidad en restarle gravedad al asunto.

Schlachter nos dice que “en otros países algunos desafían las barreras legales y llegan a exhibirlo como mascota”. Según la periodista “esa práctica permite desmontar una de las ideas erróneas sobre este molusco. Contrario a lo que pudiéramos pensar el Caracol Gigante Africanono es tóxico o venenoso al contacto. Eso significa que, como cualquier otro molusco cubano, puede ser manipulado, siempre que evitemos el contacto entre el mucus y nuestra boca.

Ello nos hace pensar ¿qué barreras legales existen en otros países para la interacción humana con ese molusco? ¿Cuba ha diseñado alguna estrategia legal equivalente para limitar ese tipo de acercamientos? ¿Sabe la periodista que en Cuba ya los niños coleccionan los caracoles en sus casas, y en muchas partes los almacenan para usarlos como carnadas de pesca?

Por demás ¿que algunos lo tengan como mascota nos “permite desmontar” la idea de la toxicidad del animal? Ese segmento informativo del noticiero cubano lleva por título Observatorio Científico, pero no le hace mucho honor.

En el gráfico utilizado para explicar el ciclo de vida de los nemátodos causantes de la meningoencefalitis oesinofílica, al momento crítico de la entrada de la enfermedad en el organismo humano se le refiere como “contagio accidental”.

Del mismo modo, en el reporte del pasado 4 de abril, Wendy Rodríguez Contino se refirió al mismo momento como “infección parasitaria accidental”. ¿Por qué no infección parasitaria a secas?

En ambos reportes periodísticos se insiste, incorrectamente, que “la infección solo se produce si el mucus o baba entra en contacto con la boca del ser humano”, y no incluyen el contacto con otras mucosas del cuerpo humano como son los ojos, heridas, genitales, u otra mucosa expuesta.

Rodríguez Contino llegó a decir que “por eso una correcta higiene elimina el peligro de contagio”, lo cual es falso. Un niño jugando en el patio de su casa puede tocar el animal y llevarse la manos a su boca, sus ojos, sus genitales, o una pequeña cortadita en un dedo, y a las dos horas entrar a su casa donde un adulto lo lava correctamente, mientras la infección ya sucedió.

De modo que una correcta higiene NO elimina el peligro de contagio en todos los casos.

El reportaje de este domingo, no obstante, nos dice cuáles son las“mejores” formas de evitar los daños que ocasiona:

  1. Extremar las medidas higiénico sanitarias.
  2. Trampas de sacos húmedos y de caída.
  3. Evitar trasladar el caracol.
  4. Destruir la concha y los huevos, y enterrarlos.

De más está decir que el público generalista al que se dirige el noticiero no conoce qué son “trampas de sacos húmedos y de caída”. Yo tampoco lo sé. Pero es obvio que ese no puede ser el Plan de Manejo anunciado:

El Laboratorio de Malacología del IPK ya está realizando todas las investigaciones necesarias (distribución, ecología, parámetros demográficos y parasitología) sobre esta especie en condiciones cubanas para determinar su plan de manejo”. Así habían dicho los científicos en un artículo publicado en 2014 en Infomed, pero que ya ha sido retirado, aunque aun permanece en Cubadebate.

¿Dónde está el Plan de Manejo de una plaga que están estudiando hace casi cinco años?

¿Por qué la indicación que reciben las personas cuando van a reportar la presencia de la plaga en las oficinas locales de Higiene y Epidemiología es que le echen sal a los caracoles?

La periodista nos dice este domingo que “los científicos estudian el posible vínculo entre la incidencia de esa enfermedad en Cuba y este molusco”. ¿Es que acaso hay reportes de casos de meningoencefalitis eosinofílica? ¿Cuántos? ¿Dónde? ¿Qué edad tienen las personas afectadas?

Es obvio que son muchas más las preguntas que las respuestas. No ayuda mucho tener un periodismo oficial tan poco serio y arriesgado. Tampoco ayuda la falta de transparencia de las instituciones científicas públicas, que no parecen estar haciendo su trabajo, o lo hacen muy lentamente.

Nadie parece hacer caso al General de División Ramón Pardo Guerra cuando dijo recientemente ante una Comisión de Diputados del parlamento cubano que “no se puede minimizar a ese caracol”.

Publicado por guardabosquesdecuba

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3 comentarios sobre “Cuba aún sin Plan de Manejo para el caracol gigante africano

  1. Estimada Isbel:
    Muchas gracias por su crítica. Con gusto tendré en cuenta las opiniones que expone y sobre todo las preguntas, para realizar un trabajo más completo la próxima vez. Le aseguro que nuestro interés es divulgar temas científico-tecnológicos y medioambientales con rigor. Por tanto, las sugerencias para mejorar son siempre bienvenidas.
    Saludos,
    Diana Schlachter

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  2. Una actualización de cómo terminó el 2019 respecto al área nacional infestada por el caracol, no estaría nada mal; así como los reportes de afectaciones a la salud humana. Y por supuesto, el Plan de Manejo prometido (no ese que le dice a la gente que mate al caracol, que sabemos que es solo un paliativo, sino uno que implique una labor de erradicación más profunda por parte del CITMA y el MINAGRI, sería estupendo. Gracias por comentar.

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