Por Jimmy Roque Martínez
Esta hermosa perrita de cinco años de edad fue atropellada hace tres años. Nos comenta su dueña que una mañana salían juntas de casa y la perrita se adelantó corriendo a toda velocidad hacia la calle. La atropelló un vehículo que pasaba justo en ese momento.
Fue terrible, nos comenta. Dio varias vueltas enredada en la goma del carro. El chofer se detuvo e inmediatamente junto a ella se la llevaron para la clínica veterinaria. La perrita llego casi sin vida.
Lamentablemente, hubo que amputarle una patica, pues el daño fue grave, pero pudieron salvar su vida.
No siempre sucede que los choferes que atropellan a un animal en la vía se detienen para socorrerlo, o al menos para ver qué le sucedió. Generalmente continúan su marcha y dejan al pobre animal agonizando en la calle. No existe ley alguna que los castigue por eso.
En este caso afortunadamente fue diferente.
En la actualidad la perrita se desenvuelve muy bien con la ausencia de una de sus patas traseras. Corre velozmente como cualquier otro perro con cuatro patas.
Es esperanzador y reconfortante conocer historias como esta, donde no solo sucedió que el chofer socorrió al animalito sino, además, que la dueña no abandonó a su mascota por presentar una posible discapacidad, y quedar supuestamente “fea” con solo tres paticas.
La mascota recibe un trato con normalidad y mucho amor. Es una perrita muy cariñosa y se percibe claramente que vive muy feliz.
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